Descubierta su afición, la esposa de José María de Magallón, el aristócrata a quien sirve, le regala los útiles de pintura y el marqués se convierte en su protector, hasta el punto de que lo introduce en el taller del gran artista de aquel tiempo, José de Madrazo, donde trabaja hasta 1884. En esta fecha abandona este taller para entrar en el del hijo de José, Federico de Madrazo, mucho mejor pintor que su padre, que acaba de regresar de Roma, y que era sólo dos años mayor que su alumno.
El joven Fierros completa su formación asistiendo a las clases de la Academia de San Fernando y al Museo del Prado, donde estudia a los grandes maestros y copia a Velázquez. En 1885 Fierros deja la corte y se traslada a Galicia, dispuesto a triunfar como pintor, y se dedica al retrato de encargo, género en el que destacará con recia personalidad, entre realista y romántica. Permanece tres años en Galicia y pinta incansablemente retratos, paisajes y escenas de género, con la tipología popular del país.
Concurre a la Nacional de Bellas Artes de 1860 y gana una de las primeras medallas con su cuadro «Romería en las cercanías de Santiago», que prestigiará en Madrid el género costumbrista, tan cultivado en su época. Viaja a París y regresa a España para proseguir sus correrías de pintoresquismo, que le llevan a Salamanca, donde también deja numerosos testimonios de la tipología popular. Vuelve a concurrir a la Nacional de Bellas Artes en 1866, con un cuadro de tema histórico, tan en boga en esa época, y alcanza la medalla de oro.
Este mismo año es nombrado caballero de la Orden de Carlos III, una de las máximas distinciones del Estado español. Hacia finales de la década de los setenta regresa a su Asturias natal y realiza un encargo de Rey Alfonso XII para El Escorial, «El éxtasis de Santa Teresa», al tiempo que sigue su pintura de género y de retratos, protegido por la familia Herrero, de banqueros, a cuyo fundador hace un retrato de cuerpo presente, uno de los ejemplos más extraños de toda la pintura española.
De nuevo en Madrid, Fierros muere repentinamente, a los 67 años de edad, cuando se dirigía a presenciar una corrida de toros. La obra de Dionisio Fierros está en el Museo de Arte Moderno de Madrid, en todos los de Galicia y en numerosos museos provinciales de España, así como en Diputaciones y Ayuntamientos, sitios reales e importantes colecciones particulares. Fue un realista consumado, aunque siempre hay en él un toque romántico. El pintoresquismo de sus temas está dominado por la calidad formal del pintor, verdaderamente notable. Al valor puramente plástico se añade el documental, porque sus escenas son retratos de la vida española del segundo tercio del siglo XIX.
(Información obtenida de Wikipedia)