Melbourne, 1920-1999
Arthur Boyd es uno de los artistas más relevantes del siglo XX en Australia y su ejemplo ha orientado a numerosos pintores de generaciones posteriores de su país. Creció en una familia de tradición artística y fue de mano de su abuelo, Arthur Merric Boyd, como se inició en el arte de pintar.
Durante 1935 asistió brevemente a las clases nocturnas de la National Gallery School de Melbourne y, a partir de la década de 1940, tras su ingreso en el ejército, con motivo de la Segunda Guerra Mundial, comenzó a conocer a los artistas vinculados a la Australian Contemporary Art Society y a Josl Berger y Danila Vassilieff, artistas expresionistas europeos emigrados a Australia. En 1944 creó, junto a otros dos artistas, John Perceval y Peter Herbst, el Arthur Merric Boyd Pottery Workshop, taller de alfarería en el que retomaría la profesión de su padre.
Las obras realizadas durante la guerra que, influidas por el expresionismo, el surrealismo y el realismo social, estaban pobladas de monstruos y de un ambiente violento y desesperado, dieron paso, a partir de la década de 1950, a escenas bíblicas inspiradas en la obra de Pieter Bruegel el Viejo y Rembrandt. En ellas reflejaba las creencias religiosas de su familia y trataba de simbolizar las pasiones humanas.
Entre 1959 y 1971 Boyd vivió en Inglaterra, donde en 1962 la Whitechapel Art Gallery celebró una exposición de su obra.Durante su estancia en Reino Unido, viajó en numerosas ocasiones al continente europeo y comenzó su serie Nebuchadnezzar, en la que situaba escenas legendarias en paisajes inspirados en su tierra natal. En 1971 recibió una beca de la Australian National University de Camberra que le permitió volver a Australia y poco después compró unos terrenos en Shoalhaven River. Desde entonces los paisajes de la zona se convirtieron en sus temas predilectos.
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza