Jacint Salvadó (Mont-Roig 1892 – Le Castellet 1983) es una de las figuras más destacadas de los artistas españoles en el París de las vanguardias.
Reconocida por numerosas exposiciones su trayectoria como figura principal de la escuela de París, su obra fue considerada por los principales críticos del momento –Waldemar George, Uhde y Charensol- como la más prometedora de aquella joven generación de españoles que marcharon durante la década de los diez y los veinte hasta la capital francesa.
Pintor expresionista figurativo, inscrito en una de las corrientes más populares de la Europa posterior a la Primera Guerra Mundial, su obra fue expuesta en los principales salones –Tulleries, Automne- y en las galerías más importantes de la ciudad, junto a otros destacados artistas como Grommaire, Lanskoy, Soutine o Rouault.
De su contacto con Max Bill, Arp, Leuppi, Herbin y tantos otros nació una pintura geométrica de gran atractivo que le llevó a ser uno de los primeros participantes en los salones de Realités Nouvelles.
A partir de los años ochenta se ha iniciado una lenta pero constante recuperación de su figura por los más importantes críticos de nuestro país, con numerosos textos y exposiciones que avalan su trayectoria, destacando la muestra que le dedicó el Museo Reina
Sofía en 2002 o la más reciente antológica en el Museo
de Arte Contemporáneo de Tarragona.