Entre. 1898 y 1901 estudió dibujo en la École des Beaux-Arts de Lille y posteriormente se trasladó a París en un momento en que sus obras estaban influidas por las corrientes impresionista y postimpresionista. En 1909 se instaló en el Bateau- Lavoir donde conoció a Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris, quienes le mostraron el camino hacia el lenguaje cubista que pronto adoptaría. En 1910 expuso en el Salon des Indépendants, en la misma estancia que Albert Gleizes y Fernand Léger, y su obra estuvo presente en el Salon de la Section d’Or de 1912.
Sus primeras obras ligadas a la plena abstracción datan de 1917. Tras la Primera Guerra Mundial expuso regularmente en la Galerie de l’Effort Moderne de Léonce Rosenberg y comenzó a realizar una serie de relieves pintados en madera. Éstos recibieron tan mala crítica que su galerista le recomendó la vuelta a la figuración, consejo que siguió durante un breve periodo en la década de 1920. A pesar de que también recibió presiones del Partido Comunista, al que estaba afiliado, para que su arte se pusiese a servicio de la causa política que defendía, Herbin continuó hasta el fin de sus días apostando firmemente por el arte no figurativo. En 1931 creó junto a Georges Vantongerloo el grupo Abstraction- Création y en 1949 publicó L’Art non-figuratif, non-objectif, en el que exponía su teoría sobre el color y las correspondencias entre la escritura, la música y las artes plásticas. En los años cincuenta inició el Salon des Réalités Nouvelles, del que fue director hasta 1955
Museo Thyssen-Bornemisza