El artista danés Per Kirkeby (Copenhague, 1938) una de las personalidades más rotundas y fascinantes de la actual escena europea. De formación original como geólogo y artista forjado en curiosidades múltiples, con incursiones que van desde la escritura al cine y una trayectoria que recorre las vanguardias radicales europeas de los sesenta y setenta, Kirkeby ha condensado finalmente lo esencial de su atención, durante toda esta última década, en los campos de la pintura y la escultura.
La aproximación que Kirkeby establece sobre la naturaleza -esa visión íntima y abismal de lo real que siempre permanece en su obra como incitación germinal y confrontación última- toma en la obra una formulación turbadora, desconcertante, como de energía inerte, transparencia opaca, asentada turbulencia. Es siempre, como en sus construcciones con ladrillo de los primeros ochenta -arquitectura sin interior-, algo que se proclama y se hurta a un tiempo. El propio Kirkeby lo definiría ejemplarmente como una "indecisión lírica", una perplejidad que alcanza al artista en la propia elaboración íntima de la obra; y esa indecisión sólo alcanza el objetivo de su deseo -y sólo así arrastra nuestra fascinación- cuando finalmente posee, a través de su contradicción inquietante, una irradiación" esencial.
Fuente. EL PAIS