(Foz-Calanda, 1907 - Alcañiz, 1993)
Este artista estudia en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona en la etapa de 1926 a 1930. Allí se imbuirá de las ideas políticas anarquistas, por eso con la ocupación franquista se ve obligado a exiliarse en París desde 1939. Allí realizó la mayor parte de su obra, considerándose un artista del pueblo. Con la instauración de la democracia en España decide el regreso y en 1984 fija su residencia en Barcelona y finalmente en Alcañiz donde fallece en 1993.
Su obra pictórica es de factura expresionista, de carácter sombrío y acentuado dramatismo. Cultiva el retrato y el paisaje con o sin figura humana. Desde su infancia, quizá por ser hijo de alfarero, se inclina por el metal, mediante chapas y láminas de hierro que suelda. Dicho material le sirve para un expresionismo al servicio de muy dispares temas: bailarinas, retratos, tipos populares, maternidades, personajes históricos, etc.; los interpreta a través de potenciar dispares sentimientos. El uso del barro, a partir de 1965, le permite concluir una obra de marcado primitivismo, cercano al arte ingenuo y a los exvotos iberos.