Inicia sus estudios de pintura en la Academia Peña de Madrid donde conoce a Amalia Avia . En 1962 se casa con el escultor Julio López Hernández , de ésta unión nacerán dos hijas que se convertirán en uno de los temas recurrentes y siempre vivos en el trabajo artístico del matrimonio. En la década de los sesenta expone individualmente en la Sala Macarrón de Madrid para posteriormente formar equipo con Esperanza Nuere e iniciar una relación profesional con la galerista Juana Mordó hasta el fallecimiento de ésta.
Su obra se desliga de los planteamientos estéticos de los realistas de su generación, para reconducir el aprendizaje de la vanguardia, especialmente el cubismo y la Escuela de París , a términos reduccionistas donde cobra especial importancia el tratamiento pictórico a base de planos intercalados y una sobria gama tonal. Esperanza Parada reconduce la herencia de Daniel Vázquez Díaz a su entorno próximo haciendo uso de una refinada técnica deudora del impresionismo, para descubrir el sutil juego de vibraciones que se establece en el plano pictórico.
Su obra se desliga de los planteamientos estéticos de los realistas de su generación, para reconducir el aprendizaje de la vanguardia, especialmente el cubismo y la Escuela de París , a términos reduccionistas donde cobra especial importancia el tratamiento pictórico a base de planos intercalados y una sobria gama tonal. Esperanza Parada reconduce la herencia de Daniel Vázquez Díaz a su entorno próximo haciendo uso de una refinada técnica deudora del impresionismo, para descubrir el sutil juego de vibraciones que se establece en el plano pictórico.