(1910 - 1985)
Fotógrafo, pintor, grabador y escultor. Saltó a la fama después de la Segunda Guerra Mundial, al principio bajo el seudónimo de Raoul Michelet. En 1929, cuando su familia alemana se estableció en Bélgica, encontró y leyó el Manifiesto del Surrealismo. En 1930, cuando llegó a París, se puso en contacto con los miembros del grupo y con la pintora Camille Bryen, con quien publicó una colección de poemas en 1934, acompañada de fotografías. Continuó su formación en arte en la escuela de artes aplicadas en Colonia, donde durante un año estudió dibujo y fotografía. A su regreso a París, conoció a Hans Bellmer, Victor Brauner y Raoul Hasmann. Sus primeras fotografías fueron publicadas en 1937 en la revista Minotaure. Durante la Segunda Guerra Mundial Ubac se exilió en Carcasona, donde conoció a Magritte. Después de la guerra, vivió parcialmente en París y parcialmente en Bruselas; conoció al poeta Andre Frénau, los dos trabajaron intensamente juntos en su arte. En 1947, Ubac volvió a la pintura, en emulsión, haciendo uso de los huevos y evitando trabajar con óleo.
Aimé Maeght lo presentó por primera vez cuatro años después. Raoul Ubac exploró el proceso en el cual el espíritu y la visión chocaban constantemente con la realidad, explicando en 1942: "Simultáneamente con la conquista del mundo, la conquista del espacio continúa. El hombre impregna el espacio de las zonas que están más o menos expandidas según el grado de penetración de su conciencia. Es posible, y creo que es una hipótesis que es en sí misma impredecible, que existe la posibilidad de recrear el espacio tal como es posible por nuestro deseo de crear una imagen del mundo que lo reemplaza ".
En la pintura de los años cincuenta muestra una arquitectura antropomórfica, como un esqueleto de figuración que articula con el trasfondo de la obra a través de efectos de transparencia y superposición. El último estado del objeto pintado en el lienzo que exhibe es la transformación del motivo, antes de que cambie a la representación formal más simple. Pero Raoul Ubac también está interesado en minerales. En la década de 1960 dirigió sus atenciones y esfuerzos a la pizarra, que también integró en la pintura, a la que le dio una forma más, incidiendo una serie de signos con un clavo, para que compongan relieves animados, ondas efímeras que inicialmente hizo en arena